Diosa del mes – Karen Wade (Carrasquillo)

<u>Diosa del Mes</u>

Nombre: Karen Wade (Karen Carrasquillo Adorno)

Ciudad: Carolina, Puerto Rico Origen: Puertorriqueña

Que o quien te inspira: Mis padres, Carmen I. Adorno Castro y Julio Carrasquillo Adorno, son mi mayor inspiración. A pesar de sus humildes origines y muchos obstáculos los dos lucharon y salieron adelante. Mi mama creció en un campo en Puerto Rico sin riquezas materiales pero mucha riqueza de familia. A temprana edad emigro a los Estados Unidos con su familia. Siendo la menor de ocho hermanos tuvo que seguir a su familia. Pronto comprendió que el amor que tenia por Puerto Rico era tan grande que debía regresar. Con su propio esfuerzo estudio cosmetología y terapia de masaje y después de unos años de trabajar en un salón comenzó su negocio propio a domicilio. Mi papa creció con 3 hermanas y criado solo por mi abuelita. Pasaron hambre y muchas necesidades. Pero el persevero a pesar de ser negado por su padre de ayuda para educación universitaria y la pobreza. Mi papa se hizo profesional por esfuerzo y lucha propia. Fue taquígrafo en el Departamento de Justicia por 35 años. Hoy día sigue sirviendo a Puerto Rico trabajando para el Departamento de Integridad Pública 20 horas a la semana. Con mucho sacrificio los dos compraron nuestra casita y nos criaron a mi hermano y a mi dándonos la oportunidad de estudiar en escuela privada. Todavía recuerdo lo mucho que mi mama trabajaba y lo tarde que llegaba para poder pagar por nuestra educación. También recuerdo a mi papa llevándose latitas de sopa porque no podía pagar almuerzo en el trabajo. Los dos hoy día son bien activos en la Iglesia Católica y trabajan en colaboración con los grupos de la Iglesia para ayudar a los más necesitados. De mi mama aprendí fuerza, fe, determinación, y amor incondicional. De mi papa aprendí integridad, humildad, sentido del humor y sentido del deber. De los dos e aprendido o espero algún día llegar a ser tan buenos padres. Padres que enseñaron por ejemplo, sacrificio y su constante presencia. Me enseñaron a ser más que lo físico y creer en Dios. Gracias a ellos hoy soy quien soy.

De que esta más orgullosa: Estoy orgullosa de mi familia. Comenzamos nuestro matrimonio a una edad temprana y tuvimos a nuestra hija Kristina Valerie Wade a los 20 años. Tres años después tuvimos a nuestro hijo Michael Anthony Wade. Mi esposo es oficial del United States Coast Guard, pero comenzó como enlistado cuando termino la escuela secundaria. Es una de las mejores personas que conozco, con un corazón enorme a pesar de tener una niñez difícil. Al principio de nuestro matrimonio la situación económica era difícil pero nos teníamos el uno al otro. Su trabajo nos muda cada cierto año por diferentes estados. Así que hemos vivido en muchos lugares como Puerto Rico, New Jersey, Maryland y California. En cada lugar hemos tenido que comenzar de la nada nuevamente. Conociendo amistades, nueva iglesia, nuevo trabajo para mi, nueva escuela para los niños y cambios que una familia civil ni se puede imaginar. Ha sido bien difícil, pero a la misma vez ha sido lo mejor que nos ha pasado. Hemos conocido amistades que tendremos por mucho tiempo en cada lugar. Hemos conocido diferentes culturas y por lo tanto hemos aprendido tolerancia y apreciación. Mis hijos son personas de bien, con buenos sentimientos y luchadores. Ellos han aprendido a ser lideres con humildad en sus escuelas destacándose no solo en los deportes pero académicamente. Ellos no han dejado que las constantes mudanzas se conviertan en una escusa, todo lo contrario lo han utilizado para convertirse en personas seguras de si misma. Yo busque la manera con el apoyo de mi esposo de acabar mi bachillerato en Administración de Empresas y la maestría en Finanzas con altos honores. Juntos, con mucho amor y con la fe en Dios hemos podido construir un núcleo familiar unido que podemos llevar a donde el deber de mi esposo como servidor del USCG nos envié.

Frase favorita: “Da al mundo lo mejor de ti, aunque eso no pueda ser suficiente para los demás. ¡¡¡¡Recuerda!!!! Que al fin de cuentas… nunca fue entre tú y ellos, ¡es entre tú y Dios!” – Anonimo